“Èrase una vez en la Francia ocupada por los alemanes de 1940”así empieza a reinventar Quentin Tarantino-con la convencional frase de cuento-, deliberada y alocadamente, la historia de la II Guerra Mundial marcada de ironía y mucha sangre y con aura de western. Se trata de un film con nulo rigor histórico, Tarantino nos presta una lente para situarnos en una época y mostrarnos “otra historia” a través de una técnica histriónica, como sólo el sabe hacerlo.
Malditos bastardos (título basado en Que madetto treno blindato 1978 cuyo director G. Castellari, hace un cameo en este filme).
En realidad es una película repleta de historias ensambladas a la pefección, es lo que tiene reinventarse una historia y desatender todo tipo de referencias reales y contextualizaciones exactas. Donde la linea entre ficción y realidad se borra y se conjugan así personajes basados en la realidad (por otra parte parodiados) y personajes ficticios.
Shoshana es una judía que escapa de la “cacería de judíos” que los nazis, encabezados por el coronel Hans Landa, están realizando. Años más tarde, ocultando su verdadera identidad, Soshana conseguirá llevar un cine en París y casualidades de la ficción, allí se llevará a término la proyección de una película que ensalza la superioridad de la raza área. Soshana querrá llevar a cabo su venganza que se sumará, sin saberlo, a otras. Entre ellas la de los bastardos, grupo de soldados judíos que busca acabar con los nazis liderados por Aldo Raine (Prat Pitt).
Lo que empieza siendo una película de argumento dramático con tintes de ironía acaba -siendo una comedia -con todas las letras- bélica. En esta confluirán actores de diversas nacionalidades -haciendo honor a la procedencia de su personaje correspondiente- entre los que están el austriaco Cristoph Waltz, los estadounidenses Pitt y Eli Roth (además director, productor y escritor), los alemanes Diana Kruger, Daniel Brühl (nacido en Cataluña ) y Til Schweiger (conocido actor, director, guionista y productor alemán) que hace un pequeño pero bien defendido papel) y la francesa Mélanie Laurent.
Una película en la que hay una interacción realidad-ficción, imágenes, palabras, mezcla de géneros, innovación en planos. Es una película en la que se combina todo tipo de cosas, lo que le da un toque extraño y llamativo acompañado de un humor negro exquisito. Por ello os diálogos no tienen pérdida, son altamente ingeniosos.
Ya lo dice Aldo Raine al final, “Esto puede ser mi gran obra maestra”, eso es lo que muchos piensan con respecto a Tarantino.
El único pero es el exceso de escenas violentas desagradables (pero claro, estamos hablando de Tarantino y además de una de sus películas menos sangrientas) y el tiempo, dos horas y media que en ocasiones hace que sea pesada aunque la verdad el film se lo puede permitir.
Con respecto a los actores, esta pletórica la película. Tiene un reparto muy numeroso, puesto que esta dividida en capitulos y se van sumando pequeñas historias, que como dije, quedan perfectamente ensambladas. Si Pitt lo hace bien, y Mélanie Laurent defiende correctamente su papel, el coronel Hans Landa lo clava. Reconocido en el Festival de Cannes 2009 como mejor actor Christoph Waltz, no sería extraño el Oscar, y la verdad lo merece porque hace un trabajo excepcional.
Personalmente la recomiendo por su originalidad en argumento y en combinación de diversos elementos (planos transgresores, mezcla de músicas, simbiosis de diversos géneros…) y sobre todo para echar unas risas.
1 comentario:
¿Has ido a ver "El secreto de sus ojos"? Supongo que sí. Qué peliculón. Leeré tu comentario.
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