Un poco de cine

Me limito a escribir unas lineas sobre algunos filmes que he visto recientemente y que me parece, por algun motivo, interesante referenciar.




Crash (dirigida por Paul Haggis, guionista de Million Dollar Baby), son las historias de varias personas de distintas razas que confluyen, al término en una misma historia. Por alternancia, vamos conociendo los conflictos, las colisiones que se dan entre distintas personas. Choques que, racionalmente pensados no tienen sentido. Pero, el ser humano comete errores por naturaleza y esto es algo inevitable, que es lo que nos viene a decir al final la película, cuando vemos un “insert coin”, una nueva colisión y enfrentamiento entre personas con distinta procedencia.
Resaltar, lo absurdo, la agresividad con la que convivimos en nuestros tiempos, vivimos a la ofensiva.

La película tiene un buen ritmo y una buena llegada al momento culmen de las historias. Aunque en mi opinión, algunas gozan de mucha fantasía y deberían tener otro planteamiento.
El reparto contribuye a este buen ritmo y despierta muchas emociones en el receptor y sobretodo da pié a reflexionar, a pararse a pensar un momento en este vertiginoso mundo.



Con un planteamiento narrativo muy parecido al de Crash, está Babel (dirigida por Alejandro González Iñárritu), historias que confluyen y se vinculan en algún punto referenciando a la Torre de Babel donde se unen todas las etnias. La aguja que cose, que enlaza estos vinculos será un rifle que un japonés (cuya hija sordomuda está en conflicto por la muerte de su madre) regala a un marroquí que vende a otro, cuyos hijos matan a una estadounidense. Los hijos de esta estadounidense, al cuidado de una mexicana son perdidos.
Y la trama se desenvolverá a partir de estas redes.



En Azuloscurocasinegro encontramos un poco de risa, un poco de realismo cotidiano y un mucho de estado de ánimo azuloscurocasinegro en Jorge. Un joven que cuida de su padre al que le ha dado un infarto cerebral, que trabaja de portero en su propia vivienda (lo que no le permite desconectar) que tiene un hermano en la cárcel, que le pide un favor que le cambiará la vida, y que es correspondido de manera distinta a la que quisiera por la chica que le gusta. Siempre hay un cristal entre ese traje que desea, entre sus aspiraciones y él. Además se nos cuentan otras historias, como la de su inseparable amigo (brillante Raúl Arévalo).
Donde acaba Física II, Daniel Sánchez Arévalo empieza este bonito largometraje.




El sabor de las cerezas, del Abbas Kiarostami nos habla de un personaje que se quiere suicidar a base de una ingesta de pastillas y para ello busca, a cambio de dinero, alguien que se preste a enterrarlo. Solo accedera uno de los personajes, porque necesita el dinero dado que su hijo está enfermo. Personaje que habla de que el sabor de unas cerezas salvó su vida cuando trató, también, de suicidarse. Ese sabor de las cerezas, eso dulce de la vida es sobre lo que habla El sabor de las cerezas, a través de un buen planteamiento, en ningún momento se nos presentan los conflictos del protagonista ni se juega con lo “morboso” del suicidio. Kiarostami nos habla en otros términos, que hacen digna de ver este filme, en términos poéticos. El final nos hará reflexionar por lo que deja de contar.



El secreto de sus ojos (dirige Juan José Campanella), filme que a través del personaje de Ricardo Darín nos introduce en el escrito de un pasado irresoluto. Por una parte en lo personal: su historia de amor. Por otra, en lo laboral: el homicidio a una joven cuyo asesino ha sido excarcelado sin justificación, sin justicia y que tendrá a su viudo parado en el tiempo, sin descanso, en vilo.

La reflexión que se hace en este filme sobre el paso del tiempo y la reconstrucción de los recuerdos, el esfuerzo que hay que hacer para recordar detalles que componen la esencia de una persona. Lo bello y lo siniestro, como diría Trías, se ven en este filme.